Récord de asistencia en sus jornadas inaugurales, muestra del
crecimiento de un festival en auge. Tras una exitosa puesta en escena el
pasado miércoles con la fiesta de apertura en la gran carpa de circo,
el festival prosiguió en el día de ayer jueves con el estreno del
escenario principal y las actividades en la carpa cultural.
La V edición de Iboga Summer Festival ha arrancado inmejorablemente en su emplazamiento junto a la playa de Tavernes de Valldigna. Talleres naturales, masajes, arte étnico o taichí fueron algunas de las actividades que fueron sucediéndose ayer en una Carpa Cultural sombreada y con césped natural. La programación cultural, en paralelo con la musical, es un gran atractivo de esta edición y así lo demostraron los inquietos que llenaron la carpa para desarrollar los talleres. Mientras tanto, la Gran Carpa de Circo seguía con su incesante ritmo de conciertos hasta que empezaron en el Escenario Principal.
En el Escenario Principal dos bandas hicieron sus primeros conciertos en nuestro país: los serbios S.A.R.S. y los neoyorquinos Too Many Zooz. Junto a ellas, otras de la talla de Hilight Tribe, Russkaja o Kumpania Algazarra hicieron vibrar a los más de ocho mil asistentes llegados de procedencias muy dispares.
Los primeros en subirse al Escenario Principal fueron los ilustres New York Ska-Jazz Ensemble. Una inmejorable forma de estrenar el escenario, con un trepidante directo de esta formación con una curtida trayectoria en su haber. Un auténtico deleite para los oídos de las miles de personas expectantes ante su puesta en escena.
A continuación llegó el turno de S.A.R.S., quienes celebran diez años recorriendo los escenarios de medio mundo y es un privilegio que lo hicieran por primera vez en nuestro país en Iboga Summer Festival. Una mezcla perfecta de la música tradicional serbia con ingredientes del rock, blues o jazz que supo cautivar a todos los ibogueros.
Posteriormente fue el turno de Russkaja, otra de las grandes sensaciones. Demostraron en todo momento el porqué del llamamiento que lanzaron al público en una de sus canciones: ‘La música es nuestra religión’. Pura energía liderada por un carismático Georgij Makazaria y que concluyó con el guitarrista en solitario deleitando con sus ‘solos’.
Por su parte, Too Many Zooz era una de las bandas más esperadas para esta edición y no defraudaron. Todo lo contrario, la vitalidad que ofrecen sobre el escenario dejó con la boca abierta a propios y extraños. Un trío en el que predomina una excelsa calidad técnica sumado a su desparpajo sobre el escenario y su conexión con el público, con un sonido propio al que se ha bautizado como ‘brasshouse’ y que dejó al público rendido a sus pies con ganas de más.
Trabajado directo el de los portugueses Kumpania Algazarra. Una puesta en escena con fuerza anticipaba un show de lo más divertido. Ya actuaron en la edición de 2014 y este año se han sorprendido gratamente de la evolución del festival. ‘Mucha más gente, una gran fiesta’, comentaban en su directo, muestra del crecimiento de un Iboga al que le tienen especial cariño y que mencionaron múltiples veces en sus cánticos.
Los franceses Hilight Tribe no dieron tregua. Al frenético ritmo marcado por sus complejas percusiones y sus particulares sonidos tribales y exóticos, los maestros de la psicodelia encandilaron. Un amalgama musical en el que cada elemento forma parte de una atmósfera hipnótica. Un viaje musical a las entrañas introspectivas de cada uno de los asistentes.
El colofón a la jornada musical lo puso Vandal, productor referente dentro de la escena raggatek mundial que supo mover como nadie a las miles de personas que persistieron hasta el amanecer.
La jornada en el día de hoy viernes se inicia con la noticia de completo de las plazas de acampada y con una variada programación en todos sus escenarios.
La V edición de Iboga Summer Festival ha arrancado inmejorablemente en su emplazamiento junto a la playa de Tavernes de Valldigna. Talleres naturales, masajes, arte étnico o taichí fueron algunas de las actividades que fueron sucediéndose ayer en una Carpa Cultural sombreada y con césped natural. La programación cultural, en paralelo con la musical, es un gran atractivo de esta edición y así lo demostraron los inquietos que llenaron la carpa para desarrollar los talleres. Mientras tanto, la Gran Carpa de Circo seguía con su incesante ritmo de conciertos hasta que empezaron en el Escenario Principal.
En el Escenario Principal dos bandas hicieron sus primeros conciertos en nuestro país: los serbios S.A.R.S. y los neoyorquinos Too Many Zooz. Junto a ellas, otras de la talla de Hilight Tribe, Russkaja o Kumpania Algazarra hicieron vibrar a los más de ocho mil asistentes llegados de procedencias muy dispares.
Los primeros en subirse al Escenario Principal fueron los ilustres New York Ska-Jazz Ensemble. Una inmejorable forma de estrenar el escenario, con un trepidante directo de esta formación con una curtida trayectoria en su haber. Un auténtico deleite para los oídos de las miles de personas expectantes ante su puesta en escena.
A continuación llegó el turno de S.A.R.S., quienes celebran diez años recorriendo los escenarios de medio mundo y es un privilegio que lo hicieran por primera vez en nuestro país en Iboga Summer Festival. Una mezcla perfecta de la música tradicional serbia con ingredientes del rock, blues o jazz que supo cautivar a todos los ibogueros.
Posteriormente fue el turno de Russkaja, otra de las grandes sensaciones. Demostraron en todo momento el porqué del llamamiento que lanzaron al público en una de sus canciones: ‘La música es nuestra religión’. Pura energía liderada por un carismático Georgij Makazaria y que concluyó con el guitarrista en solitario deleitando con sus ‘solos’.
Por su parte, Too Many Zooz era una de las bandas más esperadas para esta edición y no defraudaron. Todo lo contrario, la vitalidad que ofrecen sobre el escenario dejó con la boca abierta a propios y extraños. Un trío en el que predomina una excelsa calidad técnica sumado a su desparpajo sobre el escenario y su conexión con el público, con un sonido propio al que se ha bautizado como ‘brasshouse’ y que dejó al público rendido a sus pies con ganas de más.
Trabajado directo el de los portugueses Kumpania Algazarra. Una puesta en escena con fuerza anticipaba un show de lo más divertido. Ya actuaron en la edición de 2014 y este año se han sorprendido gratamente de la evolución del festival. ‘Mucha más gente, una gran fiesta’, comentaban en su directo, muestra del crecimiento de un Iboga al que le tienen especial cariño y que mencionaron múltiples veces en sus cánticos.
Los franceses Hilight Tribe no dieron tregua. Al frenético ritmo marcado por sus complejas percusiones y sus particulares sonidos tribales y exóticos, los maestros de la psicodelia encandilaron. Un amalgama musical en el que cada elemento forma parte de una atmósfera hipnótica. Un viaje musical a las entrañas introspectivas de cada uno de los asistentes.
El colofón a la jornada musical lo puso Vandal, productor referente dentro de la escena raggatek mundial que supo mover como nadie a las miles de personas que persistieron hasta el amanecer.
La jornada en el día de hoy viernes se inicia con la noticia de completo de las plazas de acampada y con una variada programación en todos sus escenarios.
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